Arboles, Agua y Clima

La forma en la que el cambio climático es presentado en general lleva a sentir que es difícil hacer algo al respecto. Tendemos a sentir que es responsabilidad de nuestros gobiernos la organización de reglas para limitar el problema, pero los gobiernos no muestran mucha acción tampoco y los niveles de CO2 siguen aumentando y nuestro clima parece volverse más radical. Estos días, otra teoría está emergiendo acerca del cambio climático con una mucho mas comprensible aproximación, diferente a la de sólo mirar los gases de invernadero. Esta teoría tiene todo que ver con árboles, agua y nuestros paisajes.

Nuestro clima es un fenómeno complejo influenciado por muchos factores. El sol envía energía a la tierra, la cual reacciona a éste en múltiples formas. por ejemplo, si el agua del océano se calienta, aumenta la evaporación, lo cual lleva a formación de nubes, lo cual en retorno refleja parte de la energía del sol de vuelta al espacio, lo cual, entonces reduce posterior calentamiento.

La evaporación en el suelo trabaja de forma diferente, porque obviamente hay menos agua disponible. Pero quien halla tomado una caminata a través del bosque en un verano caliente, no puede evitar darse cuenta de la temperatura mucho más cool bajo los árboles. Los árboles son un tipo de bomba de agua y acondicionador del aire, todo en uno, trayendo agua desde las raíces hasta sus hojas. Esas hojas, a través de millones de agujeros evaporan el agua, la cual, entonces entra a la atmósfera. Muchos árboles juntos evaporan bastante agua en un día caluroso, la cual se condensa en nubes más arriba en la atmósfera. A altitudes extremas, el vapor de agua se enfría de nuevo, así que cuando cae en forma de agua continúa refrescando la tierra. Tal ves podemos empezar a ver los ciclos naturales que regulan nuestro clima?

Vamos a hacer otra pequeña conexión en nuestra cabeza, porque otra cosa que los árboles hacen es tomar CO2 del aire para extraer el carbono (C), para poder crecer, liberando el oxígeno al aire. Lo que necesitamos recordarnos a nosotros mismos es que entre más CO2 también quiere decir menos O2 y eso es un balance que no deberíamos perturbar mucho.

Como todo esto está conectado al cambio climático se vuelve más obvio cuando nos damos cuenta de cómo muchos bosques han sido tumbados y continúan siendo destruidos. Tenemos una creciente cantidad de ciudades y campos.

Esto está empezando a afectar la regulación de nuestro clima por la naturaleza. Agregando a esto el hecho que nosotros manejamos el agua lluvia de forma diferente a las que los bosques emplean. Debido a la gruesa capa de material orgánico en el suelo del bosque mucha del agua lluvia se mantiene en su sitio e infiltra el suelo. El bosque construye un almacenaje de agua del cual toma para controlar la temperatura por medio de la evaporación cuando es necesario. En nuestras ciudades y nuestros campos carecemos de habilidad de captura, lo cual lleva a excesivo escurrimiento y pérdida de agua lluvia. Debido a este proceso nuestros paisajes lentamente se están secando y la temperatura en nuestra tierra se incrementa más con el tiempo como resultado. Menos bosque significa menos acondicionador y entonces la deforestación resulta en una espada que corta por ambos lados.

Otro efecto que experimentamos son los crecientes extremos en el clima. Vemos más y más largos periodos de sequía y un incremento en la cantidad de tormentas grandes. Existen dos razones para esto. Primero es que temperaturas altas incrementan la cantidad de energía en la atmósfera. Tormentas grandes formadas por movimientos verticales en la atmósfera y éstos movimientos incrementan sobre superficies más calientes. Éstas grandes tormentas son parte de lo que llamamos el ciclo mayor del agua, el cual generalmente trae lluvia desde el océano hacia el continente. El ciclo corto del agua también existe y nos lleva de vuelta a los árboles. La evaporación en la tierra, por medio de plantas y árboles nutren el ciclo corto del agua. Éste ciclo corto del agua tiende a producir lluvias más pequeñas, las más normales y frecuentes por así decirlo.

Debido a que los árboles moderan la temperatura de la superficie de la tierra, el ciclo corto del agua tiene influencia sobre el ciclo largo, por que toma parte de la energía que maneja el ciclo largo del agua. Cortando los bosques se minimiza el ciclo menor del agua, lo cual es la segunda razón de un clima más extremo.

Cuando pensamos a cerca del clima, sólo podemos ser efectivos si ponemos los procesos naturales y la regulación de nuestro clima en el centro de nuestro razonamiento. Porque activamente trabajamos en contra de éstos procesos, estamos acelerando nuestro propio fallecimiento, mientras al mismo tiempo las soluciones son embarazosamente simples. Sólo tenemos que hacer dos cosas: infiltrar agua lluvia en el suelo donde sea posible y plantar árboles, muchos de ellos, donde sea que halla espacio. Así podemos permitirle a la naturaleza la función de regulación de nuestro clima. Si no hacemos esto nosotros mismos, cada uno de nosotros, nadie lo va a hacer. Esto requiere soporte activo de parte de cada uno de nosotros!

Cerrando otra curiosa observación: cuando drenamos nuestros paisajes tan rápido como es posible, como lo hacemos ahora, incrementamos la escorrentía desde los terrenos hacia el océano. Si seguimos haciendo eso década tras década, no cree que los niveles de los océanos van a estar lentamente aumentando? Toda esa agua no simplemente desaparece, tiene que ir a algún lado.

Gente, es hora de empezar a trabajar. Vamos a plantar árboles y bosques para devolverle el estado de autorregulación a nuestros paisajes. Entre más árboles sembremos, más hermosa será la tierra!